¿Sabes cuánto contamina tu ropa al medio ambiente?

¿Sabes cuánto contamina tu ropa al medio ambiente?

La responsabilidad hacia el medio ambiente sigue en aumento, y esa tendencia comienza a apreciarse en nuestro día a día y en nuestros hábitos de consumo. Cada vez somos más conscientes de la importancia de cuidar nuestro entorno, y de que en los pequeños gestos también ayudamos a protegerlo.

En febrero de este año el Parlamento votó el plan de acción sobre economía circular y solicitó medidas adicionales para avanzar hacia una economía neutra en carbono, sostenible, libre de tóxicos y completamente circular en 2050. Esas medidas tienen que incluir leyes más estrictas sobre reciclaje y objetivos vinculantes para 2030 de reducción de la huella ecológica por el uso y consumo de materiales.

La industria textil y de la moda es una de las más contaminantes del mundo. La producción de ropa, calzado y productos textiles para el hogar, son causantes de grandes valores de emisiones de gases de efecto invernadero, de la contaminación del agua y de vertidos de residuos.

Cambios en la forma de consumo

Hace algunos años, cuando hablábamos de nuevas prendas de temporada, hablábamos de dos colecciones al año, otoño-invierno y primavera-verano. Cada marca sacaba sus dos colecciones según estaciones. Pero actualmente, con el fast-fashion, los tiempos han cambiado, y se producen numerosas mini-colecciones en la misma temporada que nos producen la necesidad de actualizar nuestros armarios y adaptarnos a las últimas tendencias.

Esta velocidad en la producción, hace que la moda sea hoy un claro ejemplo de un modelo de consumo que nos incita a la rapidez, al usar y tirar. La forma en la que produce actualmente la industria textil y de la moda empeora el problema, y no toma en cuenta el impacto ambiental y social de su confección.

Al hacer lanzamientos de colecciones sin necesidad de seguir el cambio de estaciones, la ropa se repone en los inventarios con más frecuencia. El ritmo vertiginoso de fabricación también acelera los hábitos de consumo: el consumidor promedio de hoy compra un 60% más ropa que en los años 90 y 2000. Y por si fuera poco, no solo se compra más, sino que también se tira más.

Equivalencias que asustan

Si llevamos esta situación a la realidad y comparamos, la producción de un kg de algodón requiere de 10.000 litros de agua aprox. Sí, increíble pero cierto. Y si pensamos en la necesidad de agua que existe en algunos países, se estima que esa cifra equivale a la misma cantidad de agua que consume una persona en 10 años. ¡Con solo un kilo de algodón! 

Todos los años, la industria textil consume 93.000 millones de metros cúbicos de agua, lo que supondría cubrir necesidades de consumo de alrededor de cinco millones de personas.

Cerca del 20% de las aguas residuales que se producen cada año en el mundo vienen de teñido y tratamientos de la ropa, ya que se utilizan sustancias químicas que acaban en las aguas. 

El 87% de las fibras que se usan para confeccionar la ropa se incinera o va directo a un vertedero. Los productos textiles son responsables del 10% de las emisiones globales de carbono, mucho más que los sectores de transporte marítimo y aéreo juntos. 

Cada año se vierten en el mar medio millón de toneladas de microfibra, lo mismo que 50.000 millones de botellas de plástico. Increíble.

Frente a esta realidad, somos muchos los que buscamos con nuestros actos un cambio en la forma de disfrutar y consumir el mundo textil. 

¿Qué podemos hacer nosotros para contribuir al medio ambiente?

Este modelo insostenible se apoya en hábitos de consumo, por eso es esencial que la moda siga un proceso de economía circular, y tenga en cuenta el medio ambiente. Es decir, un círculo que se retroalimenta empezando por la fabricación de tejidos, que sigue con la fabricación de prendas, llegada a las tiendas, a nuestro armario, pasa a segunda mano, y se recicla para volver a producir material textil. Y vuelta a empezar.

Los fabricantes tienen muchas cosas que cambiar y mejorar, pero nosotros mismos, los consumidores, también. Algunos de los pequeños actos que podemos hacer son:

– Todos tenemos una gran debilidad por comprar y estrenar nuevas prendas, pero antes de comprar deberíamos valorar si realmente la necesitamos. 

– A la hora de ir de compras, una de las formas de ayudar al medio ambiente, es comprando ropa hecha con fibras naturales y biodegradables, o con materiales reciclables. Lee la etiqueta.

– También podemos intentar ser innovadores, combinar prendas, reciclarlas y repararlas a nuestro gusto. ¡Saca tu lado creativo!

– Valora y cuida tu ropa. Repara las pequeñas imperfecciones que se dan por el uso y cuida tus prendas del polvo y los ácaros. Lávala con detergentes libres de químicos.

Mejor calidad que cantidad. La ropa más barata suele ser la de menos calidad, y su ciclo de uso es menor. Pero, ¿es rentable ese precio? No, ya que su duración es reducida, y tendrás que volver a comprar.

– No tires, dona siempre. Vivimos en un mundo donde tristemente nos hemos acostumbrado a desechar, pero esa ropa tiene muchas posibilidades.

– Las prendas vintage son verdaderos tesoros que son sostenibles de por sí. A parte de que en su mayoría son de gran calidad, los precios son muy atractivos y son prendas únicas y exclusivas.

Si te gusta seguir las tendencias, la tendencia más de moda en este momento es contribuir a este cambio, a la moda sostenible. Seamos responsables con el medio ambiente, seamos sostenibles.

medio ambiente consumo textil

Te puede interesar:

 

 

Síguenos

Comments are closed.